Las órdenes hospitalarias deben generalmente su origen a alguna necesidad apremiante e imprevista, a algún azote destructor que no se puede combatir con los medios ordinarios como el fuego de San Antón, la peste negra, etc y al hospedaje y protección de peregrinos a Tierra Santa, por ejemplo; lo cual las diferencia de las órdenes militares cristianas, que tenían un objetivo espiritual centrado en la cruzada contra los infieles y la conquista (reconquista en España) y cristianización de paganos e infieles.
Las órdenes hospitalarias comprendían dos clases:
las dedicadas exclusivamente a la hospitalidad (hospedaje y sanación de enfermos: curar cuerpos curando almas, con el trasfondo medieval cristiano de la dualidad enfermedad-pecado)
Y las que a la vez eran hospitalarias y de protección militar a peregrinos (ayuda y socorro al viajero que se desplaza por motivos religiosos por territorios agrestes o peligrosos).
La más antigua de ellas fue fundada en Siena a finales del siglo IX por un piadoso habitante de dicha ciudad que abrió en ella un hospital llamado Della Scala.